La blusa se movia haciendo un ruido que nadie escuchaba porque la música era muy alta, me sujeté del tubo y giré un par de veces, tuve la extraña sensación de querer quitarme la ropa y entonces me pregunté qué chingados hacía en el escenario de un putero de mala muerte??
Todos vestíamos particularmente fiesteros, cuando estaba en el carro con L. dije algo así como "quiero ir a la casa a cambiarme, que ellas se den cuenta que estoy más guapa", mi tía acababa de regalarme una blusa café con moneditas colgando al frente para hacer ruido cuando uno camina, me pareció apropiada para la ocasión dado que no tiene nada, nadita de espalda.
Mi cabello estaba lacio como si lo hubiera planchado, me pinté los ojos de dorado con delineado negro, tomé dinero y salí de la casa acompañada de L. quien se entretenía tratando de adivinar si podría desamarrar la blusa camino al bar, comenzó a besarme y yo preocupada por llegar como brozo le dije "no, se va a correr el labial", llegando al bar estaba el tan serio que me valió si parecía payaso y comencé a comérmelo a besos en el carro.
La anoche transcurría lenta, L. se fue como a la 1 y otra vez volví a comérmelo a besos y caricias en el asiento de atrás de su coche, si mis amigos no hubieran llamado para cerciorarse de mi NO huida sin pagar, habría terminado con L. dentro de mi, dentro de su coche, en fin, el erotismo se estropeó con mi timbre del celular de instituto mexicano de sonido, yo regrese adentro del antro caro para festejar el cumple de Mitzi con ella,Abraham, Ernesto, Gelga, un colado que me caga desde que estábamos en preparatoria por creerse un chingo sólo por es gay y muy mamón y otra colada de la cual sólo puedo recordar que en la prepa decíamos "esta niña es guapa, lástima que tenga cara de chacha".
En fin, luego de hacer coraje por dinero, salimos y todos nos subimos al auto de Abraham para seguirla en otro lado, pasamos afuera de un Tabledance y decidimos bajar a tomar algo ahí (???? se oye tan común y tan freak al mismo tiempo).
Yo siempre pensé que los tabledance eran algo así como paraísos eróticos donde salían las pasiones más bajas de los hombres y donde la sensualidad de las mujeres desbordaba por los muros, no obstante el lugar era triste, con luces de neón, semi vacío, en la pista había tres tubos, y una mujer con poco busto y poca cintura se paseaba en calzón y brassier.
-hasta yo podría hacerlo mejor-, pensé mientras criticaba con Abraham, las lonjitas y la poca gracia de la teibolera a quien, a decir de mi amigo, casi casi se le veía la verga mientras se desvestía sin causar el mayor sobresalto en el público.
Mitzi estaba triste desde el antro, hace un par de años decidió casarse y tener un bebé, el problema es que el año pasado se divorció y volvió a casa de sus padres por lo cual , no deja de sentirse atrapada entre la maternidad y las reglas de su casa, quiere ligar y que los chicos vean cuan guapa es -y vaya que lo es-, no obstante su último ligue le salió conque no estaba listo para lidiar con la idea de "noviaconbebe"(pendejo).
El punto es: entre el alcohol y las ganas de diversión, Mitzi empezó a platicar con los "chavosbuenaonda" de la mesa de al lado que habían pagado para tener la compañía de una de las chicas de salón vestidas con tangas y faldas diminutas -las más pudorosas-, quienes por 110 pesos se dejaban agarrar una nalga o dar un buen arrimón y valía la pena pues tenían grandes y prominentes traseros acompañados de grandes y prominentes pechos (y eso sin contar las prominentes lonjas y la prominente celilutis, ayyy dioooos).
En la plática a Mitzi se le ocurrió apostar con sus "nuevos amigos" que sería capaz de subir a bailar en el tubo, ella tenìa unas cuantas copas encima y se encargó de hacer notar a todos en la mesa su tanga de olanes azules, y sus amigos ya estaban más que entusiasmados.
-¿Se subirían conmigo?- Gelga dijo que sí secundada por la niña caradechacha, luego Mitzi me dijo -neta, pero neta güey, si me subo subes conmigo???- entonces tuve ese impulso menso mio de no quedarme con las ganas de hacer algo, total mejor arrepentirse que chillar por lo que no se hizo.
Así, las cuatro subimos al escenario en compañía de otra de las chicas del lugar , yo era la única que tenía un tubo para mi sola, y le di rienda suelta a la cabaretera que llevo dentro mientras mis amigos, los pocos clientes y las chicas del antro nos animaban con gritos y chiflidos.
Abrí los ojos - los tuve cerrados la mayoría del tiempo- y me di cuenta de que se trata de otro de los mitos rotos en mi vida: no hay sensualidad, sólo mujeres con trabajos cumpliendo cuotas de tiempo acompañadas de rutinas de baile -equivalentes a: primero sin brassiere, luego sin faldita, luego sin tanga-, además no todas las bailarinas de los antros para caballeros son vampiresas buenonas que despiertan el instinto lésbico pues Gelga se la pasó repitiendo el resto de la noche "no mames esas viejas ni me prendían".
Decepcionada de mi primera vez en los escenarios table dancísticos, llegué a casa como a las cinco y media de la mañana, a tiempo de llamar a L. para cerciorarme de que hubiera despertado para ir a trabajar, me contestó y me contó que iba en camino, le conté mi aventura, la cual estuvo secundada por infinita cantidad de "no manches" de su parte, colgué, me sumergí en las cobijas y me dormí sin quitarme la blusa de las moneditas.
Todos vestíamos particularmente fiesteros, cuando estaba en el carro con L. dije algo así como "quiero ir a la casa a cambiarme, que ellas se den cuenta que estoy más guapa", mi tía acababa de regalarme una blusa café con moneditas colgando al frente para hacer ruido cuando uno camina, me pareció apropiada para la ocasión dado que no tiene nada, nadita de espalda.
Mi cabello estaba lacio como si lo hubiera planchado, me pinté los ojos de dorado con delineado negro, tomé dinero y salí de la casa acompañada de L. quien se entretenía tratando de adivinar si podría desamarrar la blusa camino al bar, comenzó a besarme y yo preocupada por llegar como brozo le dije "no, se va a correr el labial", llegando al bar estaba el tan serio que me valió si parecía payaso y comencé a comérmelo a besos en el carro.
La anoche transcurría lenta, L. se fue como a la 1 y otra vez volví a comérmelo a besos y caricias en el asiento de atrás de su coche, si mis amigos no hubieran llamado para cerciorarse de mi NO huida sin pagar, habría terminado con L. dentro de mi, dentro de su coche, en fin, el erotismo se estropeó con mi timbre del celular de instituto mexicano de sonido, yo regrese adentro del antro caro para festejar el cumple de Mitzi con ella,Abraham, Ernesto, Gelga, un colado que me caga desde que estábamos en preparatoria por creerse un chingo sólo por es gay y muy mamón y otra colada de la cual sólo puedo recordar que en la prepa decíamos "esta niña es guapa, lástima que tenga cara de chacha".
En fin, luego de hacer coraje por dinero, salimos y todos nos subimos al auto de Abraham para seguirla en otro lado, pasamos afuera de un Tabledance y decidimos bajar a tomar algo ahí (???? se oye tan común y tan freak al mismo tiempo).
Yo siempre pensé que los tabledance eran algo así como paraísos eróticos donde salían las pasiones más bajas de los hombres y donde la sensualidad de las mujeres desbordaba por los muros, no obstante el lugar era triste, con luces de neón, semi vacío, en la pista había tres tubos, y una mujer con poco busto y poca cintura se paseaba en calzón y brassier.
-hasta yo podría hacerlo mejor-, pensé mientras criticaba con Abraham, las lonjitas y la poca gracia de la teibolera a quien, a decir de mi amigo, casi casi se le veía la verga mientras se desvestía sin causar el mayor sobresalto en el público.
Mitzi estaba triste desde el antro, hace un par de años decidió casarse y tener un bebé, el problema es que el año pasado se divorció y volvió a casa de sus padres por lo cual , no deja de sentirse atrapada entre la maternidad y las reglas de su casa, quiere ligar y que los chicos vean cuan guapa es -y vaya que lo es-, no obstante su último ligue le salió conque no estaba listo para lidiar con la idea de "noviaconbebe"(pendejo).
El punto es: entre el alcohol y las ganas de diversión, Mitzi empezó a platicar con los "chavosbuenaonda" de la mesa de al lado que habían pagado para tener la compañía de una de las chicas de salón vestidas con tangas y faldas diminutas -las más pudorosas-, quienes por 110 pesos se dejaban agarrar una nalga o dar un buen arrimón y valía la pena pues tenían grandes y prominentes traseros acompañados de grandes y prominentes pechos (y eso sin contar las prominentes lonjas y la prominente celilutis, ayyy dioooos).
En la plática a Mitzi se le ocurrió apostar con sus "nuevos amigos" que sería capaz de subir a bailar en el tubo, ella tenìa unas cuantas copas encima y se encargó de hacer notar a todos en la mesa su tanga de olanes azules, y sus amigos ya estaban más que entusiasmados.
-¿Se subirían conmigo?- Gelga dijo que sí secundada por la niña caradechacha, luego Mitzi me dijo -neta, pero neta güey, si me subo subes conmigo???- entonces tuve ese impulso menso mio de no quedarme con las ganas de hacer algo, total mejor arrepentirse que chillar por lo que no se hizo.
Así, las cuatro subimos al escenario en compañía de otra de las chicas del lugar , yo era la única que tenía un tubo para mi sola, y le di rienda suelta a la cabaretera que llevo dentro mientras mis amigos, los pocos clientes y las chicas del antro nos animaban con gritos y chiflidos.
Abrí los ojos - los tuve cerrados la mayoría del tiempo- y me di cuenta de que se trata de otro de los mitos rotos en mi vida: no hay sensualidad, sólo mujeres con trabajos cumpliendo cuotas de tiempo acompañadas de rutinas de baile -equivalentes a: primero sin brassiere, luego sin faldita, luego sin tanga-, además no todas las bailarinas de los antros para caballeros son vampiresas buenonas que despiertan el instinto lésbico pues Gelga se la pasó repitiendo el resto de la noche "no mames esas viejas ni me prendían".
Decepcionada de mi primera vez en los escenarios table dancísticos, llegué a casa como a las cinco y media de la mañana, a tiempo de llamar a L. para cerciorarme de que hubiera despertado para ir a trabajar, me contestó y me contó que iba en camino, le conté mi aventura, la cual estuvo secundada por infinita cantidad de "no manches" de su parte, colgué, me sumergí en las cobijas y me dormí sin quitarme la blusa de las moneditas.
1 comentario:
Lo sabía, algo bueno te iba a dejar mi compañía y elegancia arrabalera. Congratulaciones, vas por el buen camino.
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