domingo, 1 de marzo de 2009

Son italianas y a todos encantan

La foto la robé del blog de Cecilio,
lo amo y amo su capacidad de transformar imágenes en buenos recuerdos


Cuando las vi por primera vez en el Palacio de Hierro costaban chorro mil pesos, (bueno, algo así) cada vez que pasaba por la tienda suspiraba y me imaginaba brincando en los charcos sin los calcetines mojados.

El día llegó, las baratas mercaron en 200 pesos, ahhhhh me sentí tan feliz y después fui a un concierto de Oscar Chávez donde un gorilón de esos, de seguridad en la entrada me pidió que las dejara afuera, no soy muy pasiva y respetuosa de la autoridad así que hice tremendo desmadre y desaté el debate sobre si dejar pasar o no unas botas de hule que, según don gorilón, eran una amenaza para el cantante (si wey voy aventarle mis botas nuevas a mi ídolo chairo).

Luego las usé en la escuela y todos se burlaban de mis botas multicolor, -no recuerdo si eso fue aún en bachillerato- . estuvieron guardadas hasta que un día en la universidad se conviertieron en la sensaciòn , desde entonces no dejo de presumirlas y no dejo de temer el día cuando el tiempo haga estagos y terminen rotitas o quemadas.





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